jueves, 1 de marzo de 2012

EL DIA18 DE FEBRERO LA MERIENDILLA

El día 18 de febrero celebrábamos en Godojos la Meriendilla. De niños teníamos dos días de meriendilla: el JUEVES LARDERO Y EL SÁBADO HOGUERO. Sé de qué viene el nombre de lardero, pero no sé, ni he encontrado en ningún sitio de qué proviene el nombre de “hoguero”. Puede ser que venga de hoguera, porque, tal vez, en otros tiempos se celebrase el día encendiendo una hoguera. Lo ignoro.
Lo que sí es cierto que, siguiendo una buena costumbre, nos preparamos para celebrarlo en muy buena compañía, en la soleada cueva del cerro san Jorge. Salimos de Zaragoza con mucha ilusión y llegamos a la cueva provistos de nuestras molletas rellenas de sabrosas viandas. No sé si por el calor reconcentrado en la cueva o por beber un vinillo fresco, de la cosecha del Borque, en ayunas, lo cierto es que a mi santa esposa le dio un mareo y perdió el sentido. Sin duda fue causa de un síndrome vagal. Estos nervios que controlan la digestión, cuando se enfadan dejan sin corriente sanguínea al cerebro y la pérdida de sentido es fulminante.
A mi esposa ya le ha sucedido este episodio alguna vez, y parece que es hereditario porque a su padre también le pasaba. NO tiene mayor importancia, aunque el susto es gordo y las dos o tres horas que pasa hasta recuperarse son malas.
Yo desde estas líneas tengo que decir GRACIAS, MUCHAS GRACIAS  a todos. A mi cuñado Ángel y a Fernando, que como dos expertos sanitarios la atendieron y propiciaron que recobrase el conocimiento. A mi prima Esther, que rauda fue a buscar el primperan, creo que hasta la farmacia de Ateca. A Conchita y a Charo que le prepararon la habitación y la abrigaron bien para que se recuperase pronto. A Elena, a Puri… a todas y todos que se interesaron tanto por ella. GRACIAS, MUCHAS GRACIAS  a todos.
La meriendilla no terminó bien.  No probamos los buñuelos, no jugamos al guiñote, no nos reímos con los chascarrillos de la gente, pero sí que comprobamos que en Godojos somos solidarios y que nos afectan las cosas de los demás.
Mi primo Jesús, que hacía varios años que no venía a la meriendilla, cree ser el gafe, porque la vez anterior que estuvo, fue cuando su hermano Salva sufrió el accidente de coche. No lo creas Jesús, simplemente fue mala suerte.
Un abrazo a todos y hasta el próximo SÁBADO DE MERIENDILLA. 




CARLOS ALDA

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