jueves, 12 de noviembre de 2015

PRIMER ALMUERZO DEL CURSO 2015- 2016

En el restaurante Candelas, del barrio de Las Fuentes, hemos celebrado hoy, día 11 de  noviembre, festividad de san Martín, el primer almuerzo del curso. El día de san Martín es una fecha importante en el calendario de otoño. Por una parte está el  “veranillo de san Martín”, aunque este año no lo disfrutamos en el valle del Ebro debido a las fuertes nieblas. Por otra está el dicho: “A cada cerdo le llega su san Martín” esto indica que las matanzas del tocino están ya próximas. Que importante eran los cerdos en Godojos. Gracias a ellos no pasábamos hambre.
Para celebrar bien estas fechas hemos empezado el almuerzo saboreando unos torreznillos  y unas morcillitas fritas, que estaban buenísimas. Después hemos continuado con lo de siempre: el par de huevos fritos con jamón o con longaniza. Todos hemos dado cuenta de ello con buen apetito y hemos disfrutado bebiendo un buen vino de la tierra.
En este primer almuerzo hemos recordado con cariño y con añoranza a nuestro tío José Alda, que falleció hace pocos días. Él gozaba como nadie de estas reuniones. Primero porque era muy cariñoso y familiar y le encantaba estar con todos nosotros. Segundo porque disfrutaba como nadie degustando las buenas viandas con las que nos maltratamos en estas ocasiones.
Hoy invitaba Paco Bosque, marido de Dolores Cebolla y hemos participado Roque, Jesús Borque, su cuñado Juan, mi hermano Alfonso, Ángel Ramos mi cuñado y un servidor. Máximo Nieto no ha podido estar porque todavía no ha realizado todas las labores en el pueblo. La realidad es que de los participantes en estos tradicionales almuerzos ya nos han dejado cinco, porque  han pasado a la otra orilla. También nos abandonó Joaquín, no porque se le haya pasado el apetito y las ganas de acompañarnos, sino porque ya se siente un poco mayor. Desde estas líneas hago un llamamiento a los jubilados, amigos o simpatizantes con esta peña de Godojos, para que se apunten y participen en estos sustanciosos almuerzos.
Hemos terminado el almuerzo tomando nuestros cafés y copas correspondientes y unos bombones y varitas de turrón con los que nos ha obsequiado Paco. Después aún nos ha dado tiempo para jugar una partida de guiñote y poner una cuota para jugar a la primitiva en recuerdo de nuestro tío José que siempre nos animaba a hacerlo.
Ha sido una mañana estupenda. La amistad es uno de los mayores valores de la vida.
CARLOS ALDA
ZARAGOZA, 11 DE NOVIEMBRE DE 2015