viernes, 11 de noviembre de 2011

EL PRIMER ALMUERZO



Hoy, día nueve de noviembre hemos celebrado el primer almuerzo del curso 2011-2012.

 ¡Qué bien hemos almorzado! Como introducción unas buenas rodajas de morcilla. Como decía Baltasar de Alcázar en su “Cena Jocosa”: “La morcilla, ¡Oh gran señora!, digna de veneración. Estaba sabrosísima. Yo diría que nos ha sabido a poco, si no fuera porque antes de terminar ya estaban allí dos platos de chorizo y longaniza fritos y jugosos, que nos pedían a gritos que no dejásemos ni uno solo.

Y sobre las marcha, sin terminar los entrantes, dos huevos fritos con bacón  o jamón, vuelta y vuelta y abundantes patatas fritas. ¿Hay algo mejor que dos huevos fritos a las diez y media de la maña? Sí, alguien me dio la respuesta. Mejor que dos huevos fritos son tres huevos fritos. Tenía razón.

Pero tanta comida sin saborear un buen vino, no merecería la pena. Por este motivo nos han sacado un vino estupendo, no diré tan bueno como el de Godojos, que forma parte del refranero, pero también nada despreciable.

Las viandas y el vino eran estupendos, pero la compañía no se podía superar. Empezaré nombrando al más veterano, mi tío José Alda, que ya tiene ochenta años y que cuántos más años cumple más apetito tiene. Faltaba el primo Alfonso Cebolla y el veterano Joaquín, godojeños de pro, ausente uno por motivos familiares y otro porque las piernas no le responden mucho. También estaba mi hermano Alfonso, poco comedor pero gran fumador. Ángel mi cuñado, que todavía no tiene buen color, ya que ha salido, recientemente, de una operación dolorosa. Roque, Marido de Marisa, que a pesar de sus largas caminatas, no ha conseguido eliminar la barriguilla que ha adquirido este verano por su tierra de Villa Blanca, provincia de Huelva. Carlos Galindo, natural de Alhama de Aragón, Marido de Elena y apegado a Godojos. Jesús Borque, amante de Godojos, de sus vinos, de sus tradiciones y de sus amigos. Mi primo José Luis, único trabajador del grupo, de baja por una hernia discal que le ha dado muchos dolores y no pocas satisfacciones en los últimos meses. Estaba un servidor, Carlos Alda, que soy quien realiza la crónica del evento.

Y me dejo para el fina a PACO. Paco es quien hoy nos invitaba. Paco es una persona estupenda. Un día tuvo la suerte de conocer a una godojeña guapa, de redondos ojos negros y de mirada profunda: DOLORES. Paco se incorporó a nuestro grupo y nosotros nos sentimos honrados y muy satisfechos con su presencia. Paco es una persona, afable, sencilla, culta, de fácil y agradable conversación que nos cae bien a todos, el nos quiere y se hace querer, estamos encantados con que nos acompañe en estos almuerzos.

Hemos terminado el almuerzo con nuestros cafés, carajillos, copas, chupitos y cigarros fuera del bar, porque hacía un tiempo estupendo. Después la hemos emprendido con el guiñote, que nos ha entretenido hasta las trece horas. Contentos y felices nos hemos despedido hasta el próximo almuerzo que será dentro de breves días.

ZARAGOZA, 9, 11, 11.

CARLOS ALDA