sábado, 31 de marzo de 2012

ENCUENTRO EN ALMUERZO DE AMIGOS DE GODOJOS



 El día  21 de Marzo, celebramos el penúltimo almuerzo los amigos de Godojos. Nos reunimos en el bar Emperador y pagó la invitación mi tío José Alda. Estábamos todos: José Alda, Alfonso Cebolla, Alfonso Alda, Ángel Ramos, Roque Martín, Jesús Borque, Paco el marido de Dolores, Carlos Galindo  y un servidor. Se incorporó al grupo un conocido de mi tío, que había trabajado con ellos en la tienda.

El menú fue el de siempre: platitos de morcilla y de longaniza y dos huevos fritos para cada uno acompañados con jamón, vuelta y vuelta, y con crujientes patatas fritas. Dimos cuenta de todo con buen apetito y saboreamos un riquísimo vino tinto para hacer más fácil el tránsito. Después tomamos cafés y copas y jugamos unas partidas de guiñote que, como siempre, resultaron competidísimas. Nos despedimos con alegría hasta el próximo almuerzo, al que sin duda nos invitará Carlos Galindo.

viernes, 9 de marzo de 2012

DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

Nuestras trabajadoras mujeres se merecen tener un día de fiesta, para que nunca olvidemos los hombres lo mucho que han hecho, hacen y harán por nosotros. Mi mujer, que ha sido buena trabajadora toda su vida, quiso celebrar este día con sus cuñadas, primas y amigas. Para ello preparó una suculenta comida en nuestra bodega.
La hora prevista para empezar la fiesta eran las tres de la tarde, ya que Lupi, Charo y Tere todavía son jornaleras y salían de sus respectivos trabajos a esa hora.
¡Qué alegría, que algarabía  y cuántos besos de saludo! Poco a poco fueron llegando todas provistas de ricos obsequios. Mis hermanas Rosa y Maricarmen, así  como la prima Lupi aparecieron con  sendas trenzas. Marisa con un artesanal y riquísimo brazo de gitano. Conchita con unos redondos y sabrosísimos buñuelos. Elena con una empanada casera, fabricada por ella, que estaba para chuparse los dedos. La amiga Maricar con dos bandejitas de almendras recubiertas de chocolate que están de vicio y Charo y Tere con sendas botellas de cava, Ana de Codorníu, dorado y lleno de ascendentes burbujas.
Como ya era tarde, se empezó a comer con rapidez y con buen apetito. La mesa estaba llena de auténticos manjares: bandejitas de jamón ibérico, salmueras al ajillo, montaditos de paté francés y de brandada de bacalao, gambas con gabardina a la harina de tempura, riquísimas croquetas caseras, trocitos de la empanda hecha por Elena, ensaladas de ventresca con cebolla caramelizada y de rodajas de tomate aliñado con aceite de Borja y adornado con daditos de queso fresco. El vino fue lo más flojo, pues aunque saqué vino blanco de la Ribera del Duero, casi todas se apuntaron al dulzón Lambrusco.
Después de estos entrantes mi mujer había preparado una gelatinosas cocohas, hechas al estilo vasco que resultaron de cinco tenedores. La alegría, el guirigai, el buen humor y la risa abierta presidieron toda la comida. De postre se tomó una ensalada de frutas.
Durante el café se saborearon y alabaron todos los dulces, sobre todo los artesanales, y se bebió y brindó con el riquísimo cava Ana de Codorníu.
Se brindó por las presentes y se formuló el deseo de celebrar cada año esta magnífica fiesta.
Aunque la conversación era alegre, distendida y gratificante se decidió emprender una partida de guiñote y otra de rabino. Elena se hizo con el rabino y en guiñote las parejas quedaron empatadas. Sin embargo, decidieron terminar de jugar y seguir con la conversación, porque resultaba más jugosa y más entretenida que las cartas.  Cerca de las ocho de la tarde se puso fin a la fiesta y nuevamente los abrazos, los besos y la algarabía llenaron el salón de la casa. Todas felicitaron a mi mujer, Maribel, por la buena idea que había tenido, ponderaron lo bien que lo habían pasado  y agradecieron de corazón la invitación.
Nosotros también nos sentimos contentos y agradecidos por su aceptación y participación y prometemos celebrar otra al año que viene e incluso, si se tercia, repetir la invitación con cualquier escusa. El “carpe diem” a nuestra edad es fundamental, ya que un día sin fiesta, sin alegría o sin una sonrisa es un día perdido.
ZARAGOZA, 9 DE MARZO DE 2012
CARLOS ALDA

OBITUARIOS

EN MEMORIA DE RAMÓN IBÁÑEZ
Ayer me comunicaron que había fallecido RAMÓN IBÁÑEZ, nacido en Godojos. Era hijo de Tomás y de Carmen y nieto del tío Valero. Recuerdo al tío Valero la tarde del Jueves Santo tocando una campana de mano, por distintas esquinas de las calles del pueblo, minutos antes de la procesión. El sonido triste de la campana y las palabras que decía el buen señor nos sobrecogían y nos hacían pensar en la otra vida: “Mira que te mira Dios/ Mira que te está mirando/ Mira que vas a morir/ Mira que no sabes cuando”.  A la muerte de su padre, fue Tomás quien heredó la campana y la tradición. La última vez que la tocó seguramente que fue en Radio Nacional, cuando entrevistaron a mi padre, a Manuel y a otros de Godojos para hablar de nuestra Semana Santa. Allí se oyeron por última vez los tristes sones de esa triste campana. Yo no conocía a Ramón pero sé que nació en Godojos y que era buena gente. Descanse en PAZ este hijo de Godojos que ha fallecido. Desde aquí pido para él un recuerdo y una oración por su alma a la Virgen de Esperanza.
ZARAGOZA, 9 de Marzo de 2012
CARLOS ALDA.

OBITUARIOS

EN MEMORIA DE ÁNGEL GÁLVEZ
En el almuerzo nos enteramos que había fallecido ÁNGEL GÁLVEZ. Yo recuerdo de chico que le llamaban el “Angelillo de la plaza”, que era donde vivía. Era hijo del tío Lorenzo, que estaba cojo. Sus hermanos se llamaban Pepe, Lorenzo. Miguela y Pilar. Ahora vivía en Zaragoza con su hermana Pilar, sus sobrinos cuidaban que ambos estuviesen atendidos. Ángel era una persona sencilla. Yo le recuerdo como buen fumador y mejor conversador. Realmente el arte de la conversación lo manejaba con soltura. Era observador y filosofaba sobre los acontecimientos normales de la vida. Descanse en PAZ este hijo  de  Godojos que ha fallecido . Desde aquí pido para él un  recuerdo y una oración por su alma a la Virgen de Esperanza
ZARAGOZA, 9 De Marzo de 2012
CARLOS ALDA

REUNIÓN PARA HOMBRES, DÍA SIETE DE MARZO

¡Qué bien se siente uno con los amigos! El día siete de marzo volvimos a reunirnos para compartir almuerzo, conversación, noticias  y amistad. Celebrábamos el cumpleaños de Alfonso Cebolla, 79 años ya, y está joven y fuerte como un adolescente. Compartimos mesa y mantel con él: José Alda, Alfonso Alda, Roque Martín, Jesús Borque, Ángel Ramos, Carlos Galindo y el cronista que escribe estas líneas. Nos falló Paco que tuvo que ir al médico para que le realizase una cura en la mano.
El almuerzo resultó estupendo, como siempre. Demostramos que seguimos teniendo un apreciable  apetito.  La longaniza, los huevos fritos con jamón, vuelta y vuelta, y las crujientes patatas fritas fueron saboreados con placer, regados con buen vino tinto de la tierra y sazonados con agradable conversación, no ausente del buen humor de algunos chascarrillos.
Como siempre terminamos con sendas partidas de guiñote, que son un estupendo colofón a todos nuestros encuentros. Desde este bloc  le deseo al primo Alfonso que cumpla muchos más años y que todos podamos celebrarlo de la misma manera.
ZARAGOZA, 9 DE MARZO DE 2012
CARLOS ALDA

jueves, 1 de marzo de 2012

ALMUERZO DE AMIGOS DE GODOJOS EN EL RESTAURANTE EMPERADOR

Hemos reiniciado nuestros almuerzos. Estábamos todos: José Alda, Alfonso Cebolla, Alfonso Alda, Jesús Borque, Roque Martín, Carlos Galindo, Paco, el marido de Dolores, Ángel Ramos y un servidor.
Invitaba mi cuñado Ángel Ramos. Como siempre nos han sacado unos platitos de morcilla, chorizo y longaniza para abrir boca. Después cada uno ha pedido sus dos huevos fritos, con patatitas, con jamón o panceta o chistorra… ¡Qué buen apetito tenemos todos! Con tan ricas viandas el vinillo entraba sin sentir. Y es que el buen vino tinto es el mejor acompañante de estos almuerzos. La compañía siempre grata ha resultado todavía  más agradable, porque hacía más de un mes que no nos veíamos.   
El almuerzo lo hemos terminado con nuestros cafés, nuestras copas o chupitos y por supuesto, con sendas partidas de guiñote.
Alfonso Cebolla nos ha aplazado para celebrar otro el próximo miércoles.
ZARAGOZA, 1 de Marzo de 2012.  CARLOS ALDA

EL DIA18 DE FEBRERO LA MERIENDILLA

El día 18 de febrero celebrábamos en Godojos la Meriendilla. De niños teníamos dos días de meriendilla: el JUEVES LARDERO Y EL SÁBADO HOGUERO. Sé de qué viene el nombre de lardero, pero no sé, ni he encontrado en ningún sitio de qué proviene el nombre de “hoguero”. Puede ser que venga de hoguera, porque, tal vez, en otros tiempos se celebrase el día encendiendo una hoguera. Lo ignoro.
Lo que sí es cierto que, siguiendo una buena costumbre, nos preparamos para celebrarlo en muy buena compañía, en la soleada cueva del cerro san Jorge. Salimos de Zaragoza con mucha ilusión y llegamos a la cueva provistos de nuestras molletas rellenas de sabrosas viandas. No sé si por el calor reconcentrado en la cueva o por beber un vinillo fresco, de la cosecha del Borque, en ayunas, lo cierto es que a mi santa esposa le dio un mareo y perdió el sentido. Sin duda fue causa de un síndrome vagal. Estos nervios que controlan la digestión, cuando se enfadan dejan sin corriente sanguínea al cerebro y la pérdida de sentido es fulminante.
A mi esposa ya le ha sucedido este episodio alguna vez, y parece que es hereditario porque a su padre también le pasaba. NO tiene mayor importancia, aunque el susto es gordo y las dos o tres horas que pasa hasta recuperarse son malas.
Yo desde estas líneas tengo que decir GRACIAS, MUCHAS GRACIAS  a todos. A mi cuñado Ángel y a Fernando, que como dos expertos sanitarios la atendieron y propiciaron que recobrase el conocimiento. A mi prima Esther, que rauda fue a buscar el primperan, creo que hasta la farmacia de Ateca. A Conchita y a Charo que le prepararon la habitación y la abrigaron bien para que se recuperase pronto. A Elena, a Puri… a todas y todos que se interesaron tanto por ella. GRACIAS, MUCHAS GRACIAS  a todos.
La meriendilla no terminó bien.  No probamos los buñuelos, no jugamos al guiñote, no nos reímos con los chascarrillos de la gente, pero sí que comprobamos que en Godojos somos solidarios y que nos afectan las cosas de los demás.
Mi primo Jesús, que hacía varios años que no venía a la meriendilla, cree ser el gafe, porque la vez anterior que estuvo, fue cuando su hermano Salva sufrió el accidente de coche. No lo creas Jesús, simplemente fue mala suerte.
Un abrazo a todos y hasta el próximo SÁBADO DE MERIENDILLA. 




CARLOS ALDA