viernes, 15 de julio de 2016

FALLECIMIENTO DE MANUEL GÁLVEZ

El día once de julio  falleció Manuel Gálvez a los NOVENTA Y DOS AÑOS. Manuel nació y vivió durante muchos años en Godojos. Era hijo de mi tío Emilio y de mi tía Asunción. Tenía un hermano que se llamaba José, fallecido dos años antes, y estuvo casado con Isabel, que se le adelantó en pasar a la otra vida siete meses. Manuel tuvo cinco hijos: cuatro hembras y un varón, conocidos por todos en Godojos, aunque llevan muchos años viviendo en Calatayud o Zaragoza.
Manuel fue siempre una persona sencilla, un tanto tímido, pero con un corazón muy grande. Siendo yo niño subía muchas veces a casa de mis tíos y primos que vivían debajo del castillo. Era una casa amplia y hermosa. En ella residían los cuatro. Me encantaba ver los recuerdos de mi tío, las medallas ganadas corriendo cuando era joven, el guitarrillo y su traje de baturro.  Manuel y José siempre fueron amables y cariñosos conmigo. Los dos eran muy trabajadores. Tenían una gran capacidad para realizar toda clase de trabajos. Primero sudaron bien la camisa trabajando en el campo, pero después supieron ganarse la vida con unos cargos de responsabilidad dentro de la CHE.  Manuel se estableció en Calatayud donde se educaron sus cuatro hijas y su hijo. Con su moto recorría las carreteras de la comarca como encargado de vigilar las obras que se realizaban. Todo el mundo quería a Manuel porque era prudente y generoso, y nunca negaba su ayuda a quien se la solicitase.
A pesar de que Isabel, su Mujer, estaba muy perjudicada por su enfermedad, él siempre estuvo a su lado. Clarita me dice  que sin decirse nada se cogían de la mano y así estaban horas enteras. Cuando murió su compañera de toda la vida Manuel perdió un poco el rumbo y su obsesión era volver a Godojos. El quiso emprender el viaje a su pueblo andando, porque decía que se conocía muy bien las carreteras y caminos que le conducían hasta allí, ya que los había transitado miles de veces. Sí, es verdad que de mayores volvemos a los recuerdos y vivencias de la infancia y juventud. A pesar de las privaciones y penurias pasadas, tuvimos que ser felices de niños, cuando en la última etapa de nuestra vida queremos regresar  allí donde vivimos nuestra infancia.
Manuel murió lleno de años y estupendamente cuidado por sus hijas. El entierro ha sido emotivo en la gran iglesia barroca del Sepulcro de Calatayud. Allí estábamos acompañándolo todos los que le queríamos. Descansa en el cementerio junto a su esposa, pues tuvo la precaución de comprar, como él decía, dos pequeños apartamentos para sus últimas moradas.
Querido primo Manuel hemos rezado por ti, para que Dios nuestro padre, que es infinitamente misericordioso, te tenga en la gloria junto a tus padres, tu hermano y tu querida mujer. Un abrazo fuerte. ¡HASTA SIEMPRE!

CARLOS ALDA GÁLVEZ. ZARAGOZA 12 DE JULIO DE 2016.