domingo, 6 de marzo de 2011

LA MERIENDILLA

ASÍ ERA ANTES.  HISTORIA



Cuando yo era niño, en Godojos había dos días de meriendilla, el JUEVES LARDERO Y EL SÁBADO  (¿Hoguero?).
Los niños y niñas íbamos a la escuela hasta la hora del recreo. A las 11 en punto los maestros nos daban salida y todos corríamos entusiasmados a buscar la meriendilla. Las madres aún estaban preparando la molleta o esperaban que lo buñuelos se diesen la vuelta para sacarlos de la sartén, llenarlos de azúcar o miel y colocar todo en el talego.
Las molletas estaban repletas de tortilla, magras de lomo, costillas de cerdo chorizo y longaniza. El resto de la merienda lo formaban dos o tres naranjas sanguinas, y los riquísimos  buñuelos. Todo ello lo metían con mucho cuidado en un limpísimo  talego porque entonces no teníamos mochilas como ahora. Nos faltaban medios, pero ingenio no. En los ángulos internos del talego colocábamos unos pitones o unas “gallufas”, atábamos unas cuerdas en esos rincones y en la boca del talego y ya teníamos una improvisada mochila. A veces el aceite o la miel de los buñuelos traspasaban el talego y nos manchábamos la espalda.
Cargados con tan preciado tesoro, salíamos tan felices hacia la cueva de san Jorge  para disfrutar de tan ricos manjares.  La cueva de san Jorge, que se halla debajo de la ermita, está en alto. No todos podíamos subir. Los más pequeños y gorditos se quedaban en otra cueva más pequeña que está al pie del acantilado.
La realidad es que salvo las naranjas, que las dejábamos para merendar, nos comíamos todo en un santiamén. Después subíamos a la ermita de san Jorge, jugábamos en la cueva del “Baile las zorras”, bajábamos a beber agua a la fuente de los Santos y terminábamos el día en la carretera y el puente.

1 comentario:

  1. Gracias por seguir conservando esas costumbres, algunos godojeños se las contamos a nuestros hijos.
    Me ha gustado mucho su blog.
    Una godojeña

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