Hoy he
recibido la noticia del fallecimiento de María. María ha muerto a los 95 años
en Barcelona, bien cuidada y atendida
por sus hijos. Yo, que tengo muy claros los recuerdos de mi infancia, voy a
desgranar algunos relacionados con esta querida familia de Godojos.
María y su
marido Javier vivían en las “Cuatro Esquinas”, en una casita a la que se
accedía subiendo cuatro escalerillas. En esa misma casa vivían también sus
padres: el tío Blas y la tía Brígida y por supuesto sus hijos Paulino, Carlos y
Félix, las hijas no habían nacido todavía, cuando yo estaba en el pueblo.
María era
una mujer discreta y trabajadora. Javier trabajaba todas las horas del día para
alimentar y vestir a su familia. Su padre, el tío Blas, era esquilador de
caballerías, lo hacía muy bien y le ayudaba su yerno Javier. Recuerdo que
Javier era cofrade de san Lamberto y que cultivaba la finca del santo, que
estaba por los Barrancos.
En el
pueblo se pasaron años muy difíciles. Paulino, el hijo mayor, a quien tuve la
suerte de tener por amigo, emigró a Barcelona y fue acogido en la casa de su
tía Joaquina. Tenía 16 años. Venía curtido del pueblo y con ganas de comerse el
mundo. Se colocó en un “Colmado” y me contaba, en uno de nuestros encuentros,
que su primer trabajo fue barrer la calle del colmado. Me dijo: “En confianza,
Carlos, si veo aparecer a uno del pueblo por allí, tiro la escoba, recojo mi
maleta de cartón y me vuelvo andando a Godojos”. Menos mal que no ocurrió eso. Poco a poco
Paulino aprendió a llevar el negocio y con su espíritu emprendedor montó el
primer colmado propio, llamó a sus hermanos y montó un segundo, después una vez
situado en Barcelona se trajo a toda su familia y montó más de veinte
supermercados.
Ya tenemos
a María y a Javier en la gran ciudad. A partir de entonces desaparecieron las
penurias y estrecheces vividas en el pueblo. María pudo ver casados a sus hijos
y a una de sus hijas. Convivió y disfrutó de sus nietos. Viajó al pueblo en
numerosas ocasiones y fue feliz, muy feliz. Pero nada es completo en esta vida.
Su emprendedor hijo Paulino falleció muy joven víctima de un accidente de
tráfico. A partir de entonces ya nada fue igual. También su marido Javier lo
pasó muy mal y sufrió operaciones muy dolorosas y difíciles. Sin embargo y
gracias a los cuidados de sus hijos tuvo una ancianidad tranquila y muy
longeva. Hace tres días que falleció agotada por los muchos años. Descanse en
paz y mi deseo es que sea feliz en la otra vida, donde sin duda se habrá
encontrado con su querido hijo Paulino. Desde aquí un abrazo muy fuerte a sus
hijos e hijas, a sus nueras y yerno y a todos sus nietos. También una oración
por su alma y el deseo de que la bondad infinita de Dios la haya acogido en su
seno.
Miami
Playa, 11 de Julio de 2017.
Muchas gracias por estas palabras llenas de amor que nos llenan muchísimo a toda la familia.Mi abuela fue una mujer grande y generosa. Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, una gran madre en este caso. El éxito sin dudarlo fue tenerla como madre, el motor de todo. Cuando una madre cree en tí nada es imposible y la personalidad de un niño se forja en base a ello.Mis tios y tias y mi padre fueron afortunados. Gracias de nuevo por tus palabras en cuanto lo de barrer siempre tenia aquella frase en el despacho: " si barres hazlo como cuando Miguel Ángel pintaba la capilla sixtina, que todo el mundo vea que aqui nació y vivió un barrendero que hacía bien su trabajo " Los orígenes siempre hay que tenerlos presentes, y si es barriendo pues así sea.
ResponderEliminar...y foto del pueblo detrás por supuesto.
Gracias por todo, me han emocionado tus palabras.Lorena